ARIEL

Te dedico las mil canciones que no se han escrito, las palabras que vuelan en la atmósfera cautivada por el brillo de tus ojos. Olvido aquellos días donde sola deambulaba en el desierto de mis sueños. Hoy celebro la explosión infinita de este renovado corazón que me regalaste.

Las mariposas rebeldes vuelan caprichosas sobre el mapa de mi piel cuando me besas. Renunciamos al horizonte conocido, para emprender este viaje de noches abrigadas bajo el inmensurable firmamento.

Hemos vivido tanto y tan poco, teniéndonos libres e imperfectos en estas horas de colores diversos. Conozco tus gestos, batallas y códigos que solo alcanzan para dos.

Quisiera borrar las páginas de mi bitácora donde no estuviste, congelando los episodios de amores incorrectos; pero fue en la expedición del complejo océano de mi vida donde te encontré.

Guardo una docena de tus aromas en mis sentidos. Colecciono tus sonrisas para los lunes sin sol. Me conoces, mucho más que mi espejo. Puedes verme sin máscara en el baile de mis reflejos.

Recuerdo la dulzura de tu voz embarrada de melodías en el segundo perfecto. La promesa oculta que no quisimos compartir al colocarme el anillo. Acompañados de miles, aún puedo saber que dice tu corazón.

Este camino no termina, lo sabes, lo se. Cuando el tiempo sacuda sus campanas y el manto lozano de las pieles se vuelva añejo, beberemos el vino de las almas para renacer en nuevos cuerpos; pero sabremos encontrarnos en la multitud.

Escribir las verdaderas letras, sin la musa de historias ajenas, es tormentoso. No hay duendes violetas, ni hazañas fantásticas, más que el peso de nuestros propios episodios.

Los paseos sin rumbo para decirnos “te quiero”, las caricias sublimes que inventamos. Es imposible transferir en el lenguaje de los versos el verdadero amor.

Quizás la luna ha sido cómplice del hechizo. Quizás el que seamos escudo y espada de nuestros enemigos. No necesitamos una excusa para amarnos. Reinventamos el sendero para seguir descubriéndonos.

Estoy esperanzada al amparo de tus alas. Vestida de tus abrazos, eterna y ligera. Dibujaste un nuevo escondite para mí. ¿Qué puedo obsequiarte? Si hasta el sol lo has convertido en el correo de tu amor completo.

No encuentro el regalo perfecto que cargue la emoción de tenerte. Dejo en tus manos este espíritu inquieto, que te pertenece. Talvez, inventaré la reingeniería del “te amo”, para sustituir los que ya se han gastado en miles de susurros.

El calendario hoy suspendió el conteo de sus días para festejar el que existas. “Ángel de mi guarda”, fuente inagotable de eterna inspiración. Gracias por existir.

Dedicado a Guillermo Ariel Peña Brito, en el día de su cumpleaños.


"...este espacio es un rincón donde puedo gritar con las voces del silencio mis pensamientos y son escuchados por tu corazón. Dejate llevar de la magia de las letras invisibles..."

Handry

“…es difícil encontrar inspiración en un mundo donde el silencio es el único idioma que conoce la verdad y las escribe con sus letras invisibles”

Handry