De mi padre tengo pocos recuerdos, vagos; algunos de ellos se mezclan con un humo espeso que no me permite distinguir claramente los detalles, ni su último beso, ni su rostro, ni la tenue sonrisa que dibuje; pero recuerdo claramente algo que me dijo mientras cruzábamos una calle juntos: “son los niños un cristal delicado que transporta la mano de un padre, un movimiento irresponsable y se quebrará”. Nunca puse asunto a la profundidad de sus palabras, hasta hace unos días
Hoy la responsabilidad esta en manos irresponsables. Padres y madres que olvidan su compromiso, el que tienen con sus hijos. Llevarles a la escuela, comprarles ropa y velar por su salud, roles cotidianos; pero el gran peso esta en la consecuencia de sus actos: SER RESPONSABLES ES MUCHO MÁS.
Con el aumento de la delincuencia y la violencia en nuestro país, más hogares se convierten en fortalezas caseras artillándose con armas para su protección y en campos minados para los pequeños de la casa.
Cada año miles de niños mueren en todo el mundo en accidentes por armas de fuego, accidentes que en un gran porcentaje son causados por armas propiedad de sus padres, quienes sin conciencia las dejan fácil al acceso de los menores. La rabia me inunda al ver entre sollozos las madres de los niños muertos por un descuido preguntarse “¿por qué Dios se lo llevo?”. ¿Para qué preguntarle a Dios? El no firmó el pasaje de ida de los pequeños, más sin embrago la negligencia de los tutores es la respuesta correcta.
El decidir tener un arma de fuego en casa debe de ser una responsabilidad de los padres, en todos los sentidos. Hay que tomar medidas serias en los hogares, para evitar acontecimientos funestos e irremediables.
Es necesario guardar las balas por separado de las armas, y ponerlas en un lugar con acceso restringido bajo llave. No puede creerse que permitirle a los pequeños jugar con ellas los hará hombres valientes, eso es ridículo. Un arma en manos de niños es una bomba letal. Mucho menos limpiarla junto a ellos y enseñarle “los trucos”.
Los niños con problemas en su comportamiento pueden usar armas de fuego contra otros o contra sí mismos. La orientación es más necesaria en nuestros días, donde la sociedad camina de espalda a los valores y la depresión se convierte en la enfermedad del siglo, su victima predilecta: LOS ADOLESCENTES.
Si tienes el equilibrio emocional y entiendes que es TU compromiso proteger en TODO momento tus hijos de los accidentes, puedes tener un arma de fuego; pero recuerda que armarnos hasta los dientes no nos hará una nación más segura, construyamos una cultura de paz desde el corazón del hogar. Heredemos una patria RESPONSABLE a los dominicanos y dominicanas del mañana.
Handry Santana
Hoy la responsabilidad esta en manos irresponsables. Padres y madres que olvidan su compromiso, el que tienen con sus hijos. Llevarles a la escuela, comprarles ropa y velar por su salud, roles cotidianos; pero el gran peso esta en la consecuencia de sus actos: SER RESPONSABLES ES MUCHO MÁS.
Con el aumento de la delincuencia y la violencia en nuestro país, más hogares se convierten en fortalezas caseras artillándose con armas para su protección y en campos minados para los pequeños de la casa.
Cada año miles de niños mueren en todo el mundo en accidentes por armas de fuego, accidentes que en un gran porcentaje son causados por armas propiedad de sus padres, quienes sin conciencia las dejan fácil al acceso de los menores. La rabia me inunda al ver entre sollozos las madres de los niños muertos por un descuido preguntarse “¿por qué Dios se lo llevo?”. ¿Para qué preguntarle a Dios? El no firmó el pasaje de ida de los pequeños, más sin embrago la negligencia de los tutores es la respuesta correcta.
El decidir tener un arma de fuego en casa debe de ser una responsabilidad de los padres, en todos los sentidos. Hay que tomar medidas serias en los hogares, para evitar acontecimientos funestos e irremediables.
Es necesario guardar las balas por separado de las armas, y ponerlas en un lugar con acceso restringido bajo llave. No puede creerse que permitirle a los pequeños jugar con ellas los hará hombres valientes, eso es ridículo. Un arma en manos de niños es una bomba letal. Mucho menos limpiarla junto a ellos y enseñarle “los trucos”.
Los niños con problemas en su comportamiento pueden usar armas de fuego contra otros o contra sí mismos. La orientación es más necesaria en nuestros días, donde la sociedad camina de espalda a los valores y la depresión se convierte en la enfermedad del siglo, su victima predilecta: LOS ADOLESCENTES.
Si tienes el equilibrio emocional y entiendes que es TU compromiso proteger en TODO momento tus hijos de los accidentes, puedes tener un arma de fuego; pero recuerda que armarnos hasta los dientes no nos hará una nación más segura, construyamos una cultura de paz desde el corazón del hogar. Heredemos una patria RESPONSABLE a los dominicanos y dominicanas del mañana.
Handry Santana
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